A través de una serie de retratos, el Liceo Francés Internacional de Gran Canaria le invita a descubrir a las personas que componen la escuela, su historia, sus talentos y sus métodos de enseñanza. Este primer retrato está dedicado a Laura González Cabrera, artista y profesora de artes plásticos en nuestro liceo.
Originaria de Canarias, Laura González Cabrera estudió Bellas Artes en la Universidad de La Laguna y de Salamanca. Desde pequeña, Laura tenía mucha imaginación y le encantaba “inventar cosas o imaginarlas de otra manera”, pero la vida idealizada de las artistas, “romántica y bohemia”, nunca le llamó la atención. Fue a los 16 años, durante la visita a una exposición en Madrid, que Laura se dijo que quería pintar.
“Cuando te gusta aprender te gusta enseñar”
Hace 17 años que Laura trabaja como profesora de secundaria. Desde su adolescencia le gusta enseñar, y ya estudiando en el instituto daba clases particulares. Según ella, se le daba bien comunicar y era buena estudiante y afirma que “cuando te gusta aprender te gusta enseñar”.
Además, le gusta muchísimo trabajar con jóvenes porque le permite romper con la soledad que a veces supone la vida de artista. Le gusta compartir con ellos y “ser testigo de sus descubrimientos”, como por ejemplo “ver sus caras de asombro o ilusión” cuando descubren algo. Añade que también le permite afianzar sus pies en la realidad y ver como piensan las generaciones nuevas. Al final el aprendizaje funciona en dos direcciones: los alumnos aprenden de ella y viceversa.
Según Laura, no puede imaginar trabajar solo como artista o solo como profesora: los dos funcionan juntos. De hecho, dice que ser profesora le “ha ayudado a la organización de sus ideas y la metodología que emplea en su trabajo como artista”.
“La práctica artística te entrena (…) para cuestionar lo establecido y proponer otra posibilidad”
La pedagogía de Laura está basada en el espíritu critico y la autonomía. Quiere que, a través de las actividades que propone a los alumnos, “observen lo que les rodea con mucha atención (…) y que propongan alternativas haciendo uso de sus experiencias y su capacidad de inventar”.
Su idea es de enseñarles artes plásticas más allá de las técnicas porque “no son manualidades sino una forma de representar ideas a través de un lenguaje plástico y visual”.
En un contexto de pautas oficiales con exámenes y notas, Laura no quiere que los alumnos pierdan el placer de descubrir, aprender y crear. Su objetivo es de “plantar una pequeña semilla de curiosidad por la expresión artística y la capacidad inventiva del ser humano”.
“Estoy a favor de la igualdad en todos los ámbitos de mi vida”
Cuando era estudiante, Laura echó de menos referentes femeninos: en el mundo del arte, hablaban de musas pero nunca de creadoras. Aunque hoy en día hay más referentes femeninos, no hay que olvidar que esto ha costado y cuesta mucho trabajo y esfuerzo a muchas mujeres y asociaciones que trabajaron y siguen trabajando por la igualdad. Es un proceso que no se da de forma espontánea y natural porque sigue existiendo resistencia por parte de la sociedad. Por eso, Laura les rinde homenaje a muchas de ellas en sus obras y continua este compromiso fuera y dentro de la escuela (una causa que está dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos por las Naciones Unidas en 2015). De hecho, dice que no hace distinciones entre el mundo del arte, de la educación y su vida personal. No en vano, aceptar este compromiso, le ha supuesto “trabajar más, alejarse de determinadas personas y renunciar a determinados contextos sociales para que esta conciencia necesaria pueda florecer y dar sus frutos sin gastar energías en “ir en contra de”.
Actualmente, además de su trabajo como docente, Laura está trabajando en “una serie que investiga la relación entre los textiles, el abecedario y la literatura autobiográfica femenina”. También, está haciendo estudios para la realización de un mural en La Gomera.